En Nueva York, la población ha ido disminuyendo desde 2016.
La expansión del trabajo remoto causada por la pandemia significa que la ciudad ahora compite con aún más lugares para acoger negocios y familias, una tendencia que es poco probable que se revierta por completo incluso después de que la vida vuelva a la normalidad.
Por ejemplo, una ciudadana, Andrea Wilhelm, diseñadora de software de 30 años le encantaba vivir en Nueva York: ir a espectáculos de Broadway, a parques para perros y dar los paseos casuales de la vida diaria.
Dejó Nueva York y está viajando por EE.UU. en busca de potenciales nuevas ciudades para vivir. Atrás deja su apartamento en la ciudad de Nueva York en agosto y no está segura de si volverá alguna vez.
Durante casi 5 años, pagó voluntariamente los alquileres e impuestos premium de la ciudad, aunque tenía que trasladarse para trabajar en otro estado. Pero la pandemia la agotó.
Es ahora la situación más recurrente en la ciudad.
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